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miércoles, 15 de junio de 2016

Canadian movie


Hoy podría haber sido un buen día. Sólo tuviste la mala idea de sacar a pasear al perro.
         
Hasta el mediodía todo iba bien. O, al menos, así lo parecía. Durante la mañana lograste manejar con destreza el asunto con los taiwaneses, hasta concluir en un acuerdo razonable que puede convertirse en un negocio incluso lucrativo. Camino a casa, el gélido viento que anuncia el invierno, te permitió deducir que la velada amenaza de una lluvia se disipaba por las próximas horas. Tal vez hasta sonreíste detrás de los anteojos oscuros y la bufanda. Probablemente no, y sólo fue un rictus que curvó tu boca.

Los mentirosos cantantes de baladas han inventado la eternidad. Pero, la eternidad no existe mi amor. Con suerte, un día caminando por la calle larga, bajo los árboles desnudos del otoño, encuentras una traza luminosa de algo parecido a un momento perdido en el tiempo y crees -nunca pierdas la esperanza- que el camino tiene un sentido.

La tarde en tu casa fue larga. Te dedicaste a buscar en Internet información sobre esa mujer. Averiguaste un par de cosas. Descubriste que tiene un blog y pensaste en inventar un avatar para acceder a ella. Luego desechaste la idea, por lo menos por ahora. La otra es que, con cierta preocupación, comprendiste que la amas.

Trataste de llamarla por teléfono y fue un intento vano. Primero no te contestó y después su celular estaba apagado y aparecía el buzón de voz. Mala cosa, en especial si es viernes por la tarde.

En ese momento te salvó la llamada de esa otra mujer que quiere ser tu nueva amiga. Te sientes mejor que otros viernes en la tarde, así es que te pones tu abrigo de lana inglesa y sales en busca del bus que te lleva al centro de la ciudad. Como el maldito número siete que necesitas se demora y se demora, te atrasas. Caminas rápido por la calle llena de ejecutivos que salen de sus trabajos en los brillantes edificios, como si de veras te interesara. Y, llegas. Tarde, pero llegas.

Ella, que es toda sonrisa, te invita a un bar frente a la playa. Vuelves a caminar, esta vez junto a ella ya sin sol en el cielo y, por ende, con más frío. Mucho más frío. En el apuro olvidaste traer el gorro, la bufanda y los guantes. Comienzas a intuir que lamentas haber venido.

Es una mujer amable y bonita. Sus ojos oscuros brillan mientras conversan abrigados y beben un par de cervezas. Es una mujer inteligente y amena. Tiene hermosos dientes. ¿Qué hace esta mujer aquí conmigo?, te preguntas en un arrebato. ¿Qué hago yo aquí con esta mujer?, no puedes evitar pensar a continuación. Le daría un beso. Tendría sexo con ella. Es más, tendría buen sexo con ella. Podría romper mis reglas y despertar con ella mañana y, entonces, este sábado sería un buen día. Si el destino estuviera de mi parte, sólo por esta vez, incluso intentaría reescribir la historia de mi vida, incluyendo una historia de amor con final feliz. La bella historia de un amor supremo, como en la canción del cantante británico que te gusta.

Pero es la hora del perro. Acabas de terminar de beber la última gota de la segunda copa de cerveza, y puedes verla hermosa y dispuesta sentada a tu lado. Casi hueles su respuesta. Pero, de nuevo y sólo a modo de explicación, recuerdas que este viernes no has sacado a pasear al perro y estará ansioso encerrado en la casa. No es justo, el mejor amigo de este hombre, es su perro.


A la mujer le dices un par de frases por si acaso pudiera llegar a comprender la situación. Ella, claro está, no entiende nada en absoluto. Igual te despides rápido con un beso y la dejas sola en el bar.

(Del libro "Cínica", Autora: Ana V. Durruty)

4 comentarios:

  1. Bueno, me gusto mucho, super bien narrado ... Excelente y solo indicar que asì son los hombres de verdad, primero el amigo y luego el resto..
    Abrazos Anita.. solo felicitarte e indicarte que te sigo de cerca y te leoooo muchoo..
    @AbelardoCaroca

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  2. ¡Qué bueno que te haya gustado! Y muchas gracias de todo corazón por tomarte el tiempo para dejar tu comentario en este blog. Un abrazo y seguimos en contacto.

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  3. Me gusta leer tus novelas,cuentos y poemas.Eres mi escritora favorita. Saludos desde España..Ana Victoria Durruty Corral.un admirador..(º-º)

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  4. Muchas gracias. Espero que este blog haga más fácil para ti acceder a mis escritos. Saludos a mis amigos españoles.

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