Los viejos amores
han caído en un pozo oscuro
de deseos muertos
No hay memoria
No hay resurrección
Los rostros del pasado
se fundieron en piedras centenarias
cuaternarias
de desierto latinoamericano
No hay deseo
No hay dolor
La libido ancestral
se ha vuelto insaciable
luminosa
dueña de días breves
No hay pudor
No hay secretos
Los amores nuevos
beben la melancolía vertiginosa
de un pasado amenazante
No hay certezas
No existe el tiempo
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